lunes, 29 de junio de 2009

Una hojalata de regalo.

Nuestra niña ha venido de un país inexistente. Vive en medio del desierto. Juega con la arena. Va a la almadrasa (escuela) y sueña con un futuro. Quiere estudiar en la universidad, en su idioma, el árabe. Se siente árabe.

No tiene nada. Valora la vida y la familia.

No tiene juguetes. Le gusta jugar. Tiene el mejor juguete, su imaginación.

No tiene móvil. Su papá tiene móvil pero no hace fotos ni tiene politonos. Tiene nueve hermanos que no tienen móvil.

Su nación tenía un territorio pero otro país negoció con el nuestro y se lo quitó.

Vive en medio del desierto. Sus papás luchan con el mundo para hacerse oír. Sólo quieren lo que ya les reconoció la ONU una vez.

Se conforma con poco. Juega y va a la almadrasa. Una piedra puede ser "Hanna Montana" y un osito de peluche.

No necesita nada, sólo un besito de mamá y otro de papá.

No tiene nada y nos ha regalado un tesoro: una chapita de hojalata con una bandera de su inexistente país y una hermosa sonrisa.

Yo tengo móvil que hace fotos, una casa y un coche y sin embargo no encuentro regalos mejores que los suyos.

domingo, 28 de junio de 2009

El hombre es un animal gregario.

Ha muerto hace pocos días un hombre que vivió la mayor parte de su vida para los demás. Que ha aliviado sufrimientos a muchos de sus semejantes. Un hombre que ha creado una fundación que lleva su nombre con el único interés de salvar de las garras de la pobreza y el hambre a otros muchos.

Tiene un récord: tropecientas escuelas, tropecientos hospitales, una pasada en viviendas... para una inmensidad de personas que antes no hubieran soñado con la vigésima parte.

Los medios han cubierto este suceso. El público le ha aplaudido. Todos le respetan y le admiran. Hablan de vez en cuando de él en la radio. Eso sí, sin ponerse demasiado pesados.

Una pega: no origina una oleada de seguidores.

Después de este óbito, otra noticia luctuosa, un señor que cantaba y bailaba como nadie se ha muerto también. Revolucionó el pop. Pero sobre todo, vendió mucho más que otros muchos que también cantan, bailan y componen.

Un récord: con lo que ganó ¿qué no hubiera hecho el filántropo que murió unos días antes?

Todos los periódicos llenan páginas y páginas, todas las emisoras de radio hablan cada cinco minutos de tan terrible pérdida, las cadenas de televisión pronostican que ha nacido un mito.

Una pega: le imitarán millones de personas en el mundo, será un ejemplo.

Todos le imitaremos, seguimos al grupo, somos gregarios.

sábado, 27 de junio de 2009

Vamos a hacer las hazanas.

Hazana (con ene, no con eñe), es según el diccionario de la R.A.E. "la faena casera habitual y propia de la mujer", que no puede ser confundida con hazaña (aunque históricamente, para muchas mujeres lo haya sido, además de tener diez hijos y marido inútil en la casa, ocuparse de ellos y de sus miserias con habitualidad, diariamente, constantemente).

Internet ignora en muchos casos la "ñ" española y a veces muestra resultados en los buscadores como las "hazanas del Gran Capitán" o la última "hazana de la Selección Española". No nos estamos refiriendo a lo mismo.

En el reparto tradicional del trabajo, era la mujer la que tenía encomendadas estas obligaciones, sin posibilidad de elegir y sólo muy excepcionalmente podía mostrar otras habilidades.

Desde este blog, se reivindica el objeto de la palabra, es decir, la multitarea doméstica, "faena doméstica" y no la pretendida exclusividad del sujeto, "propia de la mujer".

Yo soy hombre (en sentido estricto), vivo sólo y hago las hazanas con peor acabado que lo hacían mis mujeres antepasadas, ya que he tenido que asumir que mi "rol" no es el mismo hoy que hace quince o veinte años (no más). Es cierto que nos tenemos que cargar siglos de historia, de papeles predefinidos.

Pero no se engañen. No opino que los hombres somos iguales que las mujeres. Hay muchas diferencias. La principal es que los hombres no parimos, de ahí surgen las demás. Es distinto el amor paterno que el materno. Hay diferencias en la capacidad de relación con los semejantes entre uno y otro.

Es bueno que existan el masculino y el femenino en las palabras, aunque hoy el sujeto de la palabra hazana y pese a que esta expresión sólo se conozca en determinadas zonas, debería cambiarse.

Propongo la siguiente definición:

"Hazana: faena casera tradicionalmente habitual y propia de la mujer, a la que se ha ido sumando el hombre en el transcurso de la segunda mitad del siglo XX, por lo que hoy es propia del trabajador doméstico."